"La candidatura ecuatoriana es una candidatura sólida, de alto nivel, con una persona con amplia experiencia en el tema multilateral", dijo el miércoles Espinosa en referencia a sí misma, pues en caso de ganar, representaría al país ante el organismo tras renunciar a la cancillería.
Para la diplomática lo más importante para lograr dicha nominación "es el buen récord que tenga un país en su actuación en el mundo multilateral", una posición que considera alcanzada.
"Soy optimista, pero también entiendo que es una votación secreta, universal" y "hay que siempre estar preparados para el resultado final", aunque "los cálculos que tenemos, las muestras de apoyo, por escrito y verbales, y las demostraciones de interés son numerosas", apuntó.
Asimismo añadió que existen "posibilidades reales de ocupar el cargo".
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Asimismo, detalló los temas que serán la prioridad de su trabajo, entre ellos, el diálogo, la búsqueda de la paz duradera, la equidad de género, el cambio climático, las personas con discapacidad, la migración, el trabajo decente y la lucha contra la corrupción y el terrorismo.
En caso de ser elegida, Espinosa sería la primera mujer sudamericana en alcanzar este puesto, una presidencia que desde hace 19 años no está ocupada por un país latinoamericano, y sería también la segunda ocasión en la que Ecuador llega al cargo, que ejerció hace 45 años.
La canciller ecuatoriana cuenta con estudios superiores en Geografía Ambiental, Lingüística Aplicada, Estudios de la Amazonía, Antropología y Ciencias Políticas y se ha desempeñado por dos ocasiones como ministra de Relaciones Exteriores, además de ministra coordinadora de Patrimonio y titular de la cartera de Defensa Nacional.
La votación de los 193 países para la designación de la presidencia será el próximo 5 de junio y el periodo de sesiones iniciará en septiembre.
