La fuente indicó que ese trabajo se lo encomendó una "entidad de negocios" y no los ayudantes del presidente Donald Trump, como se publicó el 6 de mayo.
La fuente no quiso revelar el nombre del cliente que le encargó ese trabajo, aunque dijo que si se conociera el cliente todo cobraría un nuevo sentido.
Según lo publicado por el diario Observer de Londres, la misión de Black Cube habría sido reunir información controvertida y "sucia" sobre los ayudantes de Obama para desacreditar el acuerdo nuclear con Irán de 2015.
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Mientras la propia empresa Black Cube que contactó con Sputnik no está de acuerdo con la publicación de Haaretz. La empresa afirma que tiene por norma nunca revelar información sobre sus clientes a terceros, así como nunca confirmar o negar especulaciones hechas en relación al trabajo de la compañía.
"Black Cube no tiene relación alguna con la administración de Trump, sus colaboradores, gente cercana a los anteriormente mencionados, ni con el Pacto Nuclear con Irán. Todo aquel que asegure lo contrario está induciendo a engaño a sus lectores y/o audiencia", destaca Black Cube agregando "siempre opera en absoluto cumplimiento de la ley en cada jurisdicción en la que realiza su trabajo, siguiendo opiniones legales de los bufetes jurídicos líderes en el mundo".
Afortunadamente, el Mossad y la CIA son capaces de lidiar con el Pacto Nuclear Iraní y otros temas de seguridad nacional sin depender de la pericia de Black Cube, concluye.
Black Cube es una empresa de espionaje fundada en 2010 y que se vinculó repetidamente con los servicios de espionaje israelíes. Durante los últimos años su nombre salió a la superficie en relación con varios escándalos internacionales.