El presidente checo, Milos Zeman, declaró citando datos de la contrainteligencia civil y la inteligencia militar que la sustancia A230 se produjo en pequeñas cantidades en el Instituto de Investigaciones Científicas del Ministerio de Defensa de la República Checa, con sede en Brno.
"No sé si impondrán sanciones al presidente de un Estado soberano después de estas declaraciones, pero tengo la esperanza de que Londres admita al menos esa información fáctica", dijo Zajárova en una rueda de prensa este 4 de mayo.
La Cancillería rusa había comentado que la sustancia con la cual fue envenenando el exoficial ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia, posiblemente se produjo o se almacenó en el territorio de la República Checa.
Zajárova agregó que la inacción de los medios británicos en lo que se refiere al caso Skripal muestra que están sometidos a una rígida censura por las autoridades del país.
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Según la diplomática, en cuanto las autoridades británicas se vieron obligadas a responder a las preguntas sobre el caso Skripal, todo el interés de la prensa hacia el incidente desapareció de inmediato.
Subrayó que todavía no hay información sobre las situación de la familia Skripal y que las autoridades ocultan los elementos clave del caso ante la opinión pública del Reino Unido.
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Serguéi Skripal —exoficial de la inteligencia militar rusa reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido— y su hija Yulia, de ciudadanía rusa, fueron hallados a principios de marzo inconscientes cerca de un centro comercial en la ciudad británica de Salisbury.
Londres se niega a cooperar con Rusia para investigar el caso y no permite que sus diplomáticos visiten a las víctimas.
Moscú rechaza las acusaciones de Londres, que considera infundadas, y sigue reclamando acceso a las pruebas.