Señaló que un representante de la delegación británica propuso discutir "el acatamiento por los países miembros de los acuerdos internacionales y los principios del derecho internacional en el contexto de la intromisión de Rusia en Ucrania, Georgia, Moldavia y recientemente en el Reino Unido", así como en el contexto de la situación en Siria.
Las relaciones entre Rusia y el Reino Unido se agravaron bruscamente tras el incidente de Salisbury, donde fueron envenenados Serguéi Skripal, exoficial de la inteligencia militar rusa reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido, y su hija Yulia.
Londres afirma que a los Skripal se les aplicó la sustancia neuroparalizante A-234 y responsabilizó de eso a Rusia, algo que Moscú niega categóricamente.
Rusia niega también su injerencia en los asuntos de Ucrania, señalando que no es parte de su conflicto interno y que está interesada en que se supere la crisis económica y política que vive esta república eslava.
No te lo pierdas: El fantasma de 'la mano de Rusia' ataca a Ucrania
La portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Heather Nauert, dijo a finales de marzo pasado en un especial de CNN que su país sospecha que Rusia intenta inmiscuirse en los próximos comicios de Moldavia, y como siempre no adujo pruebas de eso.