"Llamamos a los países del G7 a abstenerse de divulgar las conclusiones dudosas", dijo Riabkov.
El vicecanciller recordó que de acuerdo con el decreto del presidente ruso el país dejó de desarrollar las tecnologías soviéticas de armas químicas en 1992 y nunca las volvió a desarrollar.
"Rusia se convirtió en uno de los participantes más activos de la Convención sobre las Armas Químicas que entró en vigor en 1997, en 2007 todo el arsenal químico que Rusia acumuló desde los tiempos soviéticos fue eliminado conforme a las reglas de la Convención y bajo el control riguroso de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ)", subrayó Riabkov.
El diplomático señaló que a mediados de los años 90 los servicios especiales occidentales trasladaron a sus países a varios especialistas rusos, así como alguna documentación del programa químico desarrollado en la Unión Soviética.
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Los estudios soviéticos continuaron en los países occidentales y los resultados de producción de sustancias tóxicas en esos países "fueron catalogados por algunas razones bajo en nombre común Novichok", explicó.
El vicecanciller dijo esperar "que los colegas tomen en cuenta lo dicho de cara a la sesión especial de Consejo Ejecutivo de la OPAQ el 18 de abril y antes de la discusión de la situación en torno al caso Skripal en el Consejo de Seguridad de la ONU, que tendrá lugar el mismo día, y lleguen a las conclusiones correspondientes".
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Serguéi Skripal, exoficial de la inteligencia militar rusa reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido, y su hija Yulia, fueron hallados a principios de marzo pasado inconscientes cerca de un centro comercial en la ciudad británica de Salisbury.
En particular el Gobierno británico afirmó que en el ataque fue empleado un gas neuroparalizante, conclusión confirmada por la OPAQ.
Por otro lado, el 14 de abril pasado, el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, presentó datos del laboratorio suizo de Spiez, que tomó parte en la investigación de la OPAQ, según los cuales en la sustancia utilizada en el ataque a los Skripal se encontraban restos de una arma química BZ, inventada en EEUU y usada por Estados Unidos, el Reino Unido y algunos otros países de la OTAN.