"El Gabinete acordó que la primera ministra debe seguir trabajando con los aliados de EEUU y Francia para determinar la respuesta internacional", dice una declaración de la oficina de May que Sputnik tiene a su disposición.
Afirmaron que es muy probable que Damasco esté detrás del presunto ataque en Duma.
La primera ministra británica, por su parte, declaró que "es un ejemplo más de la erosión de la legislación internacional en lo que se refiere al uso de armas químicas, lo que preocupa considerablemente a todos nosotros".
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El 10 de abril, la oficina de May sostuvo que la gobernante y los presidentes Donald Trump, de EEUU, y Emmanuel Macron, de Francia, acordaron contribuir a que sean castigados los autores del presunto ataque químico en Duma.
Grupos de la oposición armada y ONG relacionadas con ellos acusan a las tropas gubernamentales sirias de haber arrojado el 7 de abril un barril con gas cloro sobre Duma, en Guta Oriental, hecho que Damasco niega rotundamente.
Rusia sostiene que el supuesto empleo de agentes tóxicos en Duma es "un montaje" e insiste en que expertos de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) lleven a cabo una investigación sobre el terreno.
Según el Ministerio de Exteriores de Rusia, las falsas denuncias de ataques químicos buscan justificar una intervención militar en Siria.
La Cancillería advirtió que Rusia responderá al posible ataque contra Siria si los ciudadanos rusos que se encuentran allí se ven amenazados.