Más tarde, la disputa se fue más allá de las fronteras israelíes e involucró al presidente hondureño Juan Orlando Hernández, quien había sido invitado a participar en la ceremonia y encender una antorcha por parte de la ministra de Cultura israelí, Miri Reguev, quien está a cargo de la organización del acto.
Sin embargo, esta decisión fue criticada en Israel. La diputada Tamar Zandberg, del partido Meretz, pidió retirar la invitación porque "legitima a un presidente responsable de graves violaciones de los derechos humanos en su país".
La diputada calificó esta invitación de pretexto para que Benjamin Netanyahu atendiera la ceremonia, puesto que lo exige el protocolo ante la presencia de un mandatario extranjero.
Sin embargo, ahora es el mandatario hondureño quien cancela su visita a Israel en el contexto de una fuerte crítica contra él.
El ministerio de Exteriores de Israel "lamentó la decisión" del presidente hondureño y elogió la "amistad" que existe entre los dos países.
Israel y Honduras mantienen una relación cercana. Este último fue uno de los pocos países que apoyó la decisión de Estados Unidos, anunciada en diciembre del año pasado, de reubicar su Embajada en Jerusalén y también votó en contra de la condena de la decisión por parte de la Asamblea General de la ONU.