"El Reino Unido preferiría que Rusia sea un socio constructivo", señaló.
"Tenemos que reaccionar proporcionalmente a la conducta agresiva de Rusia y es lo que estamos haciendo", sostuvo.
Añadió que no ve una pronta solución al caso y que los "desafíos" que representa Rusia se mantendrán por años.
Las relaciones del Reino Unido y Rusia empeoraron después de que fueran envenenados el ex agente doble Serguéi Skripal y su hija Yulia en la ciudad británica de Salisbury.
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Desde entonces, el Reino Unido y otros 28 países, así como la OTAN, expulsaron a un total de 153 diplomáticos rusos como medida de represalia.
Rusia, que ve las acusaciones como infundadas, respondió de manera simétrica a 26 países, al ordenar la expulsión de su territorio de 143 diplomáticos extranjeros.
Además, se reservó el derecho de respuesta contra los tres países restantes —Bélgica, Hungría, y Georgia— unos de los últimos en sumarse a las medidas occidentales por el caso Skripal.