El análisis de la sustancia neuroparalizante con la que fue envenenado el exagente doble Serguéi Skripal concluirá en dos o tres semanas, informó la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).
"La muestras están recogidas, se analizan en varios laboratorios, y cuando termine el análisis en los próximos dos o tres semanas, compartiremos su resultado, al principio, con el Reino Unido", declaró el director general de la OPAQ, Ahmet Uzumcu.
Al mismo tiempo, indicó que la OPAQ no ha recibido de Rusia solicitud alguna de información sobre la sustancia.
Además, al responder a la pregunta de un parlamentario libanés sobre las posibles sanciones de la OPAQ contra países que violan la Convención sobre las Armas Químicas, Uzumcu dijo que "en caso de sanciones, esta cuestión se debe resolver a nivel del Consejo de Seguridad de la ONU".
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Añadió que hasta el momento no se había dado ningún caso de este tipo.
El director general de la OPAQ enfatizó que los países miembros de la organización deben respetar la Convención.
"No creo que la comunidad internacional pueda permitir que el concepto de esa norma se vuelva borroso porque hicimos enormes esfuerzos para aprobarla", indicó Uzumcu.
Skripal, exoficial de Inteligencia militar rusa reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido, y su hija Yulia, que es nacional de Rusia, fueron hallados inconscientes el 4 de marzo cerca de un centro comercial en la ciudad británica de Salisbury.
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Ambos continúan en estado crítico y reciben tratamiento por intoxicación con una sustancia de acción neuroparalizante que, según los británicos, tiene procedencia rusa.
La ola de expulsiones comenzó con una declaración de la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, en la que la misma responsabilizó a Moscú de "un intento de asesinato" en Salisbury y ordenó la salida de 23 diplomáticos rusos y la cancelación de todos los contactos de alto nivel entre ambos países como represalia.
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Moscú, que rechaza todas las acusaciones por infundadas, respondió con una medida simétrica, además de anunciar el cierre del consulado británico en San Petersburgo y de la oficina del British Council en Moscú.
