La política de hostigamiento emprendida por Washington constituye "una violación de los derechos humanos (de los cubanos) e impedimenta para la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible, así como la devolución incondicional del territorio que ilegalmente ocupa la Base Naval de Guantánamo", dice el texto.
El documento también expresa apoyo al pueblo y al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, así como sus derechos a la libre autodeterminación y la independencia.
La declaración insta asimismo a respetar los principios de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, aprobados en la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños en enero de 2014, como herramienta para alcanzar la estabilidad necesaria para hacer frente a la corrupción, erradicar la pobreza y alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible.