Londres responsabiliza a Moscú de la intoxicación del ex agente doble Serguéi Skripal y su hija Yulia, que tuvo lugar el pasado 4 de marzo en la ciudad británica de Salisbury.
"El tema principal de la reunión es la situación creada tras las declaraciones del Reino Unido sobre el uso en su territorio de sustancias tóxicas", comunicó la portavoz de la Cancillería, María Zajárova.
Zajárova señaló que Rusia hizo declaraciones oficiales ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) y otros entes.
"Por desgracia, pese a numerosas solicitudes a Londres, de momento nadie sabe qué sustancia fue utilizada en Salisbury", dijo la portavoz al reiterar que el Reino Unido no facilitó a Rusia ningunos materiales, solo le lanzó las acusaciones infames.
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El 4 de marzo la Policía británica encontró al exagente Serguéi Skripal y su hija Yulia inconscientes cerca de un centro comercial en Salisbury, en el condado de Wiltshire.
Skripal fue reclutado por el servicio secreto británico MI6 cuando servía en las Fuerzas Armadas rusas en los años 1990.
En 2006 la justicia rusa lo condenó a 13 años de cárcel por espiar a favor de un Estado extranjero y cuatro años después fue canjeado junto con otros dos espías por diez personas detenidas en Estados Unidos.
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La semana pasada, la primera ministra británica, Theresa May, responsabilizó a Moscú de lo ocurrido en Salisbury —que calificó de intento de asesinato- y anunció, como represalia, la expulsión de 23 diplomáticos rusos y la cancelación de todos los contactos de alto nivel entre ambos países.
Moscú, que rechazó todas las acusaciones por infundadas, exigió en respuesta la salida de 23 empleados de la Embajada británica, además de anunciar el cierre del consulado británico en San Petersburgo y de la oficina del British Council en Moscú.