"Lamento y repudio la muerte de la activista Marielle Franco, concejal del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y de Andersor Pedro Gomes, su chófer; un acto cobarde practicado contra una luchadora social incansable", escribió la exmandataria en un comunicado oficial difundido a través de sus redes sociales.
"Estoy profundamente impactada, atónita e indignada", añadió la expresidenta.
La líder del Partido de los Trabajadores (PT) confió en que se encuentre a los responsables del crimen y lamentó los "tristes días" por los que pasa Brasil, donde una defensora de los derechos humanos como Franco es brutalmente asesinada.
"Ella luchaba por tiempos mejores, como todos los que creemos en Brasil; debemos persistir y resistir en ese camino (…) sus muertes no serán en vano", zanjó la expresidenta.
Franco, de 38 años, estaba en su primer mandato como concejala y había destacado por su lucha en favor de los derechos de las mujeres, los negros y habitantes de las favelas (barrios carenciados) y suburbios, así como por sus fuertes críticas a los abusos de la policía.
La concejala también se mostró muy crítica con la intervención militar decretada por el Gobierno de Michel Temer en Río de Janeiro, advirtiendo que podría agravar los casos de violaciones de derechos humanos cometidos en nombre de la lucha contra el narcotráfico.
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Su partido y organizaciones como Amnistía Internacional pidieron una rápida investigación dado que las circunstancias de su muerte apuntan a que no se trató de un intento de atraco, sino de una ejecución planeada.