"El Estado de Catar acudirá a la cumbre dondequiera que se convoque, la responsabilidad por la posible ausencia (del país) en la cumbre recaerá en el país que acoge el encuentro y que debe tomar las medidas necesarias a ese respecto", dijo Thani.
El 5 de junio de 2017, Arabia Saudí, Egipto, Bahréin y Emiratos Árabes Unidos rompieron relaciones diplomáticas con Catar y suspendieron todas las comunicaciones terrestres, marítimas y aéreas con la pequeña monarquía del golfo Pérsico, a la que acusaron de patrocinar el terrorismo.
Al bloqueo diplomático se sumaron posteriormente otros países musulmanes como Mauritania, Yemen y Maldivas.
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Para normalizar las relaciones, los promotores del boicot presentaron a Catar 13 condiciones, entre ellas el cierre de la cadena de televisión Al Jazeera, la ruptura de los vínculos con Irán y con el movimiento de los Hermanos Musulmanes, así como el desmantelamiento de una base militar turca.
El Gobierno de Catar calificó de injustificado el bloqueo diplomático y de inviables las condiciones para levantarlo.