"No está definido el lugar ni la fecha, pero se acordó que trabajaremos para que en un periodo no muy largo de tiempo, en unas semanas, pueda darse este encuentro de trabajo", dijo a la cadena mexicana Televisa, un día después de que se acordara la reunión de los mandatarios.
El jefe de la diplomacia mexicana descartó que los jefes de Estado aborden los temas del muro fronterizo que Trump ha ordenado completar y la deportación de los jóvenes migrantes llegados en la infancia a EEUU, conocidos como "dreamers" (soñadores), porque México no los considera temas bilaterales, sino de política interna estadounidense.
De la misma forma, en cuanto a los "dreamers", señaló que la decisión corresponde al Congreso de EEUU y que México solo busca garantizar que se respeten sus derechos fundamentales.
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Trump quiere cancelar el programa migratorio de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, en inglés) que otorga residencia temporal a los llamados "dreamers", inmigrantes que llegaron a EEUU indocumentados siendo menores de edad.
Sobre el futuro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el canciller mexicano expresó que "hay que estar preparados para un futuro con o sin Tratado, pero estamos trabajando para que el Tratado continúe, modernizado, mejorado para México".
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El diplomático considera que existe "una oportunidad razonable de que sea un resultado ganar-ganar-ganar" para México, EEUU y Canadá, los tres países que integran el Tratado.
La reunión prevista sería el primer encuentro formal, fuera de eventos multilaterales, desde que Trump llegó a la Casa Blanca el 20 enero de 2017, luego de que una invitación a Peña Nieto para viajar a Washington se malogró por desacuerdos con el endurecimiento de la política migratoria del magnate estadounidense.
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En febrero del año 2017, la reunión fue reemplazada por una llamada telefónica, en un controvertido intercambio que fue filtrado a la prensa de EEUU.
El encuentro, celebrado en la residencia presidencial en Ciudad de México, generó una desaprobación casi unánime entre los mexicanos debido a los insultos que Trump había proferido en su contra durante la campaña electoral.
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Tras la reunión Videgaray renunció al cargo de secretario de Hacienda (Finanzas), que entonces desempeñaba desde hacía cuatro años.
Sus interlocutores habituales han sido, además del secretario de Estado, Rex Tillerson, el general John Kelly, actual jefe de gabinete, y Kushner, a quien conoció en los mercados bursátiles de Nueva York, en sus años de responsable mexicano de Finanzas.
