"Como se suele decir, se necesitan dos para bailar un tango. La persona de enfrente también tiene que querer y por ahora no quiere. En todo caso, no quiere volver al mismo punto en el que estaba Putin durante su discurso ante el Bundestag en 2001, cuando dijo 'yo quiero ir hacia Occidente, quiero ir hacia ustedes'. Eso no ha sucedido, al menos, por ahora", habían sido las palabras del diplomático alemán.
El Tratado INF fue firmado en 1987 por EEUU y la URSS. Ambos países se comprometieron a eliminar por completo sus misiles de mediano y de corto alcance, misión que completaron en 1991. La Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa de 1975 (CSCE), también conocida como Conferencia de Helsinki, dio lugar a la Declaración de Helsinki, que abogaba por la igualdad soberana, por la integridad territorial, por el arreglo a las controversias por medios pacíficos y por la cooperación entre Estados.
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"Necesitamos más paciencia estratégica"
El presidente de la Conferencia de Seguridad de Múnich defiende reactivar "el proceso de la CSCE" y aboga por que todos los países involucrados tengan "más paciencia estratégica" para poder lograr objetivos conjuntos. "Rusia se interesa mucho en mantener los compromisos", destaca el político en la entrevista exclusiva con Sputnik.
¿Extender el Tratado INF?
Ischinger está convencido de que a Rusia le interesa evitar que la cooperación europea en materia de seguridad acabe por desmoronarse. Algo que, según sus palabras, depende mucho del Tratado NIF.
"En estos momentos el tratado está, por así decir, en la línea de fuego, ya que ambos países se lanzan acusaciones entre sí de estar violándolo. Me gustaría poner sobre la mesa la pregunta de si acaso no están interesados los rusos, los estadounidenses y, sin duda alguna, los europeos, en que ese tratado no solo se mantenga en vigor, sino que se actualice y se amplíe", señala.
Y es que uno de los aspectos del éxito de la CSCE de debió siempre al respecto mutuo y a intentar no ofender ni a uno ni a otro. El diplomático llama ahora a perseverar en esa misma dirección.
"La paciencia estratégica no significa otra cosa que perseverar, y que si no se consigue lo que se quiere en primavera, que se vuelva a intentar en otoño de 2018, y que si no se consigue en otoño de 2018, pues que puede que se consiga en 2019. No podemos tirar la toalla (…) Debemos 'madurar' cuando se trata de política de seguridad", alienta.
El difuso papel de Alemania y de la UE en la política internacional
El presidente de la Conferencia de Seguridad de Múnich no se aventura a definir el papel que podría jugar su país en las relaciones entre Rusia y Estados Unidos, ni si podría convertirse en un mediador, pero sí apuesta por que Berlín tenga un papel más activo en el tablero internacional.
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"Hay que hacer más en ese aspecto. Ya no como Alemania, sino también como Europa. Tenemos que consolidar la estabilidad en nuestras fronteras y no quedarnos de brazos cruzados contemplando el panorama como hicimos en los años 90 durante la guerra de Bosnia. En aquel momento tuvimos que esperar hasta que vinieron los estadounidenses. Ni tampoco debemos hacer lo mismo que hemos hecho durante los últimos cinco años teniendo delante lo que está pasando en Siria hasta que por fin Serguéi Lavrov y John Kerry anunciasen una conferencia", denuncia, y añade que "eso no se lo merecen 500 millones de europeos".