El primero en declarar fue Jordi Sànchez, antiguo líder de la plataforma civil Asamblea Nacional Catalana y actual diputado electo por Junts Per Catalunya, la candidatura más votada entre las fuerzas independentistas que consiguieron la mayoría en escaños el pasado 27 de diciembre.
De esta manera, a lo largo de este 11 de enero comparecerán ante el juez Pablo Llarena tres de los cuatro líderes independentistas catalanes que se encuentran en prisión.
El restante es Oriol Junqueras, expresidente del Gobierno catalán y líder del partido Esquerra Republicana de Cataluña, al que el Tribunal Supremo denegó la semana pasada su excarcelación por entender que en su caso existe riesgo de reiteración delictiva.
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Todos ellos fueron enviados a prisión en el marco de la causa que instruye el Tribunal Supremo contra más de una veintena de cargos y activistas catalanes por supuestos delitos derivados del proceso independentista desarrollado durante la pasada legislatura.
En su última comparecencia, Oriol Junqueras dijo acatar la situación legal actual y renunciar a cualquier tipo de vía violenta —condición necesaria para apreciar un delito de rebelión por parte del juez— para alcanzar sus objetivos políticos.
Sin embargo, la Sala de Apelación del Tribunal Supremo estima que "el diálogo al que se hace referencia en el recurso" se refiere exclusivamente a un escenario en el que "el Estado español pudiera prestarse a reconocer la independencia de Cataluña", lo que "no puede valorarse como un indicio de abandono del enfrentamiento con el Estado".
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En líneas generales, está previsto que Sànchez, Cuixart y Forn sigan una línea de defensa similar a la Junqueras.
