Los representantes del país insular le comunicaron a Flake que el FBI les indicó que durante sus cuatro visitas a la isla sus agentes no encontraron evidencia de que las enfermedades sufridas por los diplomáticos estadounidenses fueran resultado de algún tipo de ataque, informa AP. Sin embargo, el mismo presidente de EEUU, Donald Trump, catalogó el incidente como un ataque.
En 2016, 24 funcionarios y sus cónyuges se enfermaron en sus hogares y en algunos hoteles de La Habana. El Gobierno estadounidense retiró a la mayoría de sus diplomáticos de la capital cubana con el pretexto de que su estancia en la ciudad caribeña ponía en riesgo su salud, por lo que obligó a muchos diplomáticos cubanos a abandonar Washington.
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El secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, dijo "estar convencido de que fueron ataques dirigidos", pero que Washington desconoce quién es el autor.