"No puedo imaginar a Turquía y Ucrania como miembros de la Unión Europea en los próximos años", dijo el ministro germano de Exteriores, Sigmar Gabriel, en una entrevista concedida al grupo mediático Funke.
El diplomático sostuvo que la UE podría ponerse de acuerdo con Turquía sobre una unión aduanera más estrecha.
Austria ha sido más contundente con Turquía.
El jefe de la diplomacia austriaca, Sebastian Kurz, afirmó recientemente que en la UE no había lugar para el país otomano.
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Las conversaciones sobre su adhesión se suspendieron debido a la campaña de purgas que el Gobierno turco lanzó contra sus opositores tras el fallido golpe de Estado del 15 de julio de 2016.
Las relaciones se agravaron especialmente con Austria, que insiste en abandonar las negociaciones sobre la incorporación de Turquía en la UE.
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Un mes antes el presidente ucraniano de entonces, Víctor Yanukóvich, había sido depuesto después de que se negara a firmar el documento al considerarlo lesivo para los intereses del país.
Hasta la fecha las hostilidades en el este ucraniano han dejado más de 10.300 muertos, según estimaciones de la ONU.
