"Por supuesto que será una de las cuestiones principales", respondió Riabkov a la pregunta de si la situación en Donbás será objeto de discusión en el encuentro de los dos titulares.
El viceministro señaló que "no pueden dejar de abordar el tema de Ucrania, habida cuenta del papel que desempeña la Misión Especial de Observación de la OSCE en Donbás".
Riabkov manifestó la "creciente preocupación de Moscú" por la actitud del gobierno ucraniano a la implementación de los acuerdos de Minsk.
"Prácticamente nada queda en Kiev del deseo de entender la lógica de los acuerdos de Minsk, han tomado el rumbo a su total revisión, lo que es absolutamente inadmisible para nosotros, y vamos a declararlo sin tapujos, en particular durante las próximas reuniones", dijo el diplomático.
Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia cuyo resultado la ONU estima en más de 10.200 muertos.
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Asimismo, Lavrov y Tillerson planean abordar la situación en torno a Corea del Norte, declaró el vicecanciller ruso.
El viceministro ruso expresó la esperanza de que la reunión de los cancilleres permita promover la posición de Rusia de que "son inoportunas y contraproducentes las acciones que tienen carácter provocativo y agudizan las tensiones en torno a la península" de Corea.
"No puede haber alternativa a las medidas políticas y diplomáticas" en la solución de la crisis, subrayó Riabkov.
El diplomático recordó que la lógica "acción-contracción" mostró en retiradas ocasiones sus "deficiencias, provocó más tensiones y afectó la seguridad regional y global".
El 5 de noviembre pasado Corea del Norte realizó un nuevo ensayo de un misil balístico intercontinental que, según afirmó Pyongyang, es capaz de portar una ojiva nuclear pesada e impactar cualquier punto en el territorio continental de EEUU.
A principios de julio pasado, Moscú y Pekín se pronunciaron por declarar una moratoria simultánea sobre el programa norcoreano de misiles y armas nucleares y los ejercicios conjuntos a gran escala de EEUU y Corea del Sur, así como avanzar hacia la desnuclearización de la península de Corea.
Washington hizo caso omiso a la propuesta y tampoco la apoyó Pyongyang.