"Quisiera que los tres países garantes del proceso de Astaná —Turquía, Rusia e Irán— hagan más en el ámbito donde empezaron a tener resultado, es decir, en la reducción de la violencia", dijo Mogherini al intervenir en la conferencia 'Diálogos sobre el Mediterráneo' en Roma.
Resaltó que el proceso de normalización bajo los auspicios de la ONU es necesario para lograr un resultado seguro, estable y legítimo.
"Si las zonas de desescalada logran devolver la tranquilidad a estas regiones podremos hacer que los sirios vuelvan a hacer vida normal", indicó Mogherini.
Agregó que para ello "es necesario un contexto político que lo haga posible".
La primera fue activada el pasado 9 de julio en las provincias de Al Quneitra, Suwaida y Deraa, en el suroeste del país, en virtud de un trato conseguido por EEUU, Rusia y Jordania.
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A principios de agosto entró en vigor la tercera área, al norte de la ciudad de Homs.
La cuarta zona de distensión, que debe establecerse en la provincia de Idlib, aún está en proceso de coordinación.