"Están dispuestos [los norcoreanos] a dialogar y negociar. Pero no confían en nadie excepto en Rusia. Tengo la impresión que Rusia puede servir de garante para tales negociaciones. Ya saben cómo se comportan los norteamericanos", profundizó Taisáyev ante la prensa.
Una delegación de parlamentarios de la Duma rusa (Cámara Baja) viajó a Pyongyang para reunirse con altos funcionarios del Gobierno norcoreano y discutir con ellos la última prueba de un misil balístico. Además, los diputados rusos explicaron la postura de Rusia sobre el asunto: condenaron el lanzamiento y llamaron a la calma, para evitar que la situación en la península se degrade hacia el peor escenario.
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Según afirman los diputados, los representantes norcoreanos comunicaron a la delegación rusa que, desde su perspectiva, "EEUU sigue amenazando a Corea del Norte", lo que justifica los ensayos de los misiles.
"El último lanzamiento es una señal para EEUU para dialogar de igual a igual. Están esperando que Washington les reconozca como una potencia nuclear, algo impensable en la situación actual, lastimosamente", subrayó Alexéi Chepa, miembro de la delegación.
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"Los norcoreanos no tuvieron ningún ensayo durante los últimos 75 días y los que recibieron de EEUU fueron solo simulacros militares de escala sin precedentes cerca de sus fronteras", expresó Kazbek Taisáyev, el jefe de la delegación rusa.