"Entre Japón y Rusia existe una situación anómala, que radica en el hecho de que durante los 70 años de la posguerra no se firmó un acuerdo de paz, yo quiero hallar una solución a esta situación, las relaciones ruso-japonesas tienen posibilidades ilimitadas", aseveró.
Según el alto diplomático, "si esas fuerzas ocultas se liberan y entre Japón y Rusia se establecen verdaderas relaciones estratégicas, esto será beneficioso no solo para la región del Asia y el Pacífico, sino para toda la comunidad internacional".
Kono hizo un llamado a que los dos pueblos, el de Japón y el de Rusia, "cooperen, sueñen juntos y juntos logren el florecimiento de estos sueños".
En ese sentido señaló que los proyectos de gestión económica conjunta en las islas de Kunashir, Iturup, Shikotán y Habomai adquieren especial importancia.
"El hecho de que japoneses y rusos conciban juntos la futura imagen de las cuatro islas sirve para profundizar la comprensión mutua y la confianza", subrayó.
El canciller expresó su convicción de que "esto se convertirá en un gran elemento positivo para la firma del tratado de paz".
"El tema del tratado de paz es el más importante para las relaciones de Japón y Rusia, 61 años atrás mi abuelo, el político japonés Itiro Kono, fue uno de los representantes plenipotenciarios del Gobierno de Japón que rubricó la Declaración conjunta de Japón y la URSS", recordó.
"Espero con impaciencia la posibilidad de acometer junto al ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, este trabajo, para superar el problema más importante que heredamos de la generación de mi abuelo y abrir las posibilidades ilimitadas de las relaciones ruso-niponas", afirmó.
El canciller japonés expresó también su esperanza de que el año venidero abra nuevas posibilidades para el diálogo entre ambos pueblos, fortalezca la comprensión e interés mutuo, lo cual devendrá en un apoyo adicional "desde abajo" a los esfuerzos de los Gobiernos de ambos países en esa dirección.
"El año que viene será 'Año de Japón en Rusia' y 'Año de Rusia en Japón'; además, Japón participará en el Mundial de Fútbol de 2018 en Rusia, durante el cual los jóvenes de nuestros países tendrán muchas posibilidades para conversar", alegó.
Kono afirmó que esperaba que "gracias a este año cruzado de intercambios mutuos se incrementará la comprensión e interés mutuos entre ambos pueblos en las más diversas esferas, crecerá el apoyo de los pueblos de ambos países a las conversaciones de nuestros Gobiernos, encaminadas a desarrollar las relaciones económicas de Japón y Rusia y firmar el tratado de paz".
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Las primeras consultas ruso-japonesas sobre este particular se celebraron en marzo en Tokio.
De momento Japón y Rusia elaboran un plan de cooperación conjunta en los ámbitos de energía, pesca, turismo y salud.
Durante décadas, Tokio ha condicionado la firma del tratado de paz con Rusia, un asunto pendiente desde 1945, a la devolución de las islas Iturup, Kunashir, Shikotan y Habomai, "territorios del norte" para los japoneses.
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Japón se escuda en el Tratado Bilateral de Comercio y Fronteras que firmó con Rusia el 7 de febrero de 1855.
Moscú, a su vez, subraya que esos territorios fueron traspasados a la Unión Soviética por acuerdos internacionales al término de la Segunda Guerra Mundial y que Rusia asumió la soberanía de dichos territorios como sucesora legal de la URSS.
Corea del Norte
La colaboración entre Tokio y Moscú es insustituible para resolver la crisis en torno a los programas nuclear y de misiles de Corea del Norte, declaró el ministro de Exteriores de Japón.
Según Kono, Tokio debe, en cooperación con Rusia y toda la comunidad global, "aumentar al máximo la presión sobre Corea del Norte, usando para ello medios de todo tipo, y obligarla a cambiar su política".
"El papel de Rusia como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y una de las seis naciones que participan en las negociaciones (sobre la desnuclearización de la península coreana) es muy importante respecto a Corea del Norte", resaltó.
El canciller japonés subrayó que los lanzamientos de misiles de Pyongyang, que sobrevuelan el territorio japonés, y sus pruebas nucleares representan "una amenaza inminente de un nivel inédito" para toda la comunidad internacional, incluyendo Japón y Rusia, y son "totalmente inadmisibles".
El ministro Kono visitará Rusia del 23 al 25 de este mes, según anunció la Cancillería japonesa.