"¿Cuáles riesgos puede conllevar?", dijo a los medios, "queremos tener buenas relaciones tanto con Oriente como con Occidente y nos damos cuenta de que estamos en la intersección de estos dos actores geopolíticos; Rusia es nuestro socio estratégico (…) y no teníamos intención de romper las relaciones con Rusia, al contrario, procurábamos desarrollarlas y reforzarlas".
Según Makéi, nunca hubo casos de que los socios de Bielorrusia le hicieron elegir.
Anteriormente, el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, se negó a elegir entre Oriente y Occidente, diciendo que escoger entre ellos y también entre Rusia y la UE no es una opción válida.
Anunció que Minsk no será un "chico de los recados obediente" para Oriente ni para Occidente.
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El vicecanciller de Bielorrusia, Oleg Krávchenko, también afirmó que el desarrollo de la cooperación entre Minsk y Occidente no busca minar las relaciones con Rusia.