"Es un asunto que nos preocupa mucho, y lo que queremos es que la paz se preserve en el Líbano; es esencial que ningún nuevo conflicto estalle en la región, eso podría tener consecuencias devastadoras", dijo Guterres a la prensa.
"Ayer y anteayer mantuve contactos muy intensos a distintos niveles, a nivel político y diplomático, en concreto con Arabia Saudí y el Líbano pero también con varios otros países de la región o con influencia en la región", relató.
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El primer ministro de Líbano, Saad Hariri, quien se encuentra en Riad, renunció el pasado 4 de noviembre al cargo alegando el peligro de un atentado contra su persona y acusó a Irán y al movimiento chií Hizbulá de meter cizaña en el mundo árabe.
El Ministerio de Exteriores de Irán calificó sus acusaciones de infundadas.
Por su parte, el dirigente de Hizbulá, Hasán Nasralá, insinuó que Riad podría mantener secuestrado a Hariri para sacarle partido.