"El secretario Tillerson ordenó al Departamento de Estado emitir la directriz, que identifica a las personas y entidades que son parte de o trabajan para los militares y los departamentos de inteligencia de Rusia", dijo Nauert para añadir que Tillerson "la aprobó y la entregó al Capitolio".
Las relaciones entre los dos países vienen empeorando desde 2014.
Las tensiones escalaron aún más cuando EEUU acusó a Rusia de interferir en las elecciones presidenciales de 2016.
Moscú ha rechazado repetidamente esas acusaciones.
A inicios de agosto, Washington impuso un nuevo paquete de sanciones, que llevaron a Moscú a anunciar que la presencia diplomática estadounidense se reduciría de un personal de 755 empleados a 455, la misma cantidad que Rusia tenía en EEUU.
Una vez que los diplomáticos rusos abandonaron esos edificios, agentes de seguridad estadounidenses ingresaron a ellos para realizar búsquedas.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia advirtió que tales actos violan el Convenio de Viena, que regula las relaciones diplomáticas y consulares entre los Estados.