"El presidente de Siria, Bashar Asad, recibió en Damasco una delegación de Rusia encabezada por Alexandr Lavréntiev, enviado especial del presidente ruso, Vladímir Putin", comunicó el servicio de prensa de Asad.
El comunicado indica que durante la reunión se analizaron las victorias de las fuerzas gubernamentales sobre los terroristas y los preparativos para las futuras negociaciones de Astaná.
El presidente sirio indicó que Damasco está dispuesto a continuar su lucha contra el terrorismo y esforzarse por conseguir "una reconciliación nacional y un diálogo entre todos a través del congreso del diálogo nacional de Siria", y para ello no descarta impulsar enmiendas en la Constitución y convocar nuevas elecciones al parlamento.
La delegación rusa expresó su apoyo a estos dos objetivos.
La séptima ronda de las negociaciones en Astaná, —conversaciones impulsadas por Rusia, Turquía e Irán y que se centran en poner fin a las hostilidades en Siria para hacer posible la solución política del conflicto de más de seis años— tendrá lugar el 30 y el 31 de octubre.
Durante la última vuelta de los diálogos de Astaná celebrada a mediados de septiembre pasado, se definieron los detalles de la cuarta zona de distensión ubicada en Idlib, que también abarca una parte de las provincias de Latakia, Alepo y Hama.
Las otras tres zonas de distensión se habían establecido en el suroeste de Siria (Al Quneitra, Suwaida y Deraa), en Guta Oriental (arrabal de Damasco) y en el norte de la gobernación de Homs.