La Audiencia Nacional anunció su decisión de "desestimar el recurso de súplica interpuesto por la representación procesal del nacional ruso Stanislav Lisov" frente al auto en el que se acordó "su entrega a las Autoridades Judiciales de Estados Unidos".
Según consta en el auto emitido este martes por la Audiencia Nacional, el programador será juzgado en Estados Unidos por delitos de asociación ilícita para cometer fraude, abuso con ordenadores, y asociación ilícita para cometer fraude por medios electrónicos.
Sin embargo, fuentes de la defensa del informático consultadas por Sputnik explicaron que la decisión aún no puede valorarse como definitiva ya que cabe recurso ante el Tribunal Constitucional, una posibilidad que está siendo valorada por los letrados.
La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional rechazó los argumentos esgrimidos por la defensa en su recurso de súplica, basados en denunciar inconcreción de los hechos denunciados, nulidad de las actuaciones al considerar que la orden de detención se dictó después del arresto y motivaciones políticas.
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El auto por el que se rechaza el recurso cree que la demanda extradicional concreta de manera suficiente los hechos imputados a Lisov.
"Se imputa al reclamado haberse concertado con otras personas para desplegar y usar el tipo de software malintencionado conocido como NeverQuest, diseñado para infectar los ordenadores y robar información de acceso a cuentas de instituciones financieras de sus usuarios", relata el escrito.
La demanda estadounidense señala que por el momento "se sabe que 855.00 dólares fueron efectivamente transferidos de las cuentas de las víctimas sin su autorización".
En cuanto a la petición de declarar nulas las actuaciones por producirse la detención antes de que se dictara la orden, el auto señala que la parte reclamante puede solicitar la prisión provisional del sujeto antes de que llegue la orden de detención de modo preventivo.
Finalmente, la Sala de lo Penal descarta la argumentación de la defensa que apunta a la existencia de motivos políticos en su petición de extradición.
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Según la defensa de Lisov, la demanda extradicional camufla una persecución por motivos políticos e ideológicos pues su cliente es considerado por los agentes de seguridad de los EEUU y por el FBI como uno de los informáticos rusos que bajo instrucciones de su gobierno se encargó del presunto hackeo de correos electrónicos durante la campaña electoral a la Presidencia de los Estados Unidos de 2016.
Según detalla la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, la demanda hace referencia a delitos comunes que empezaron a ser investigados en el año 2014, antes de que la mencionada campaña electoral empezara, lo que lleva a los magistrados a pensar que la reclamación "no guarda relación con las circunstancias políticas aducidas".
