Este tema fue propuesto para la discusión en la 137ª asamblea de la Unión por varios países a la vez, incluidos la India, Marruecos, Bangladés, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Kuwait e Irán.
Se subraya que los rohinjyás deben volver "sin condiciones ni obstáculos" a su país natal, Birmania.
La presidenta del Senado ruso, Valentina Matvienko, indicó con anterioridad que la resolución se aprobó basándose en un consenso.
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La situación en el estado birmano de Rakáin (occidente del país), donde viven los musulmanes de la etnia rohinyá, se agravó bruscamente el 25 de agosto, cuando centenares de miembros del movimiento radical Ejército de Salvación Rohinyá de Arakan atacaron 30 puestos policiales.
Los rohinyás se establecieron en Arakán (antiguo nombre de Rakáin) a finales del siglo XIX y a principios del XX, durante la época colonial cuando los británicos alentaron su traslado desde Bengala Occidental a un territorio con escasa mano de obra agrícola.
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Birmania, una nación mayoritariamente budista, deniega ciudadanía y derechos civiles a esta comunidad musulmana de unos 1,1 millones de personas, alegando que son inmigrantes bengalíes.
