Más de una elección por año. Ese es el promedio de concurrencia a las urnas de los venezolanos en los 18 años del proceso iniciado y comandado por Hugo Chávez en 1999, y continuado por Nicolás Maduro desde 2013. La próxima será la número 22.
No todos los partidos participan. Al igual que en julio, cuando se votó la integración de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), algunas fracciones de la oposición no presentaron candidatos.
"El estado de ánimo de los electores de la oposición es malo porque se les vendieron expectativas de la no instalación de la ANC y de una salida del Gobierno, cosas que no se lograron. Por eso llegan divididos, y en ese contexto tienen un panorama complicado para obtener la mayoría de las gobernaciones", señaló.
"Las más de siete millones de personas que participaron en la ACN enviaron un mensaje contundente. A partir de eso se abrió un escenario donde quedó plasmado que el conflicto y la muerte en las calles no era lo que quería la sociedad venezolana. La gente quiere una solución institucional", dijo a Sputnik Andrés Mora Ramírez, académico e investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional de Costa Rica.
Esa elevada participación generó fracturas en la oposición. Algunos sectores de la Mesa de la Unidad Democrática decidieron no participar de estos comicios. "Quedó evidenciado que su plan era anticonstitucional. Estas elecciones son un triunfo de la sociedad y la política venezolana", concluyó el analista.
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Casi 18,1 millones de personas pueden elegir gobernadores en los 23 estados del país. La última elección de estas características fue en 2012, y los resultados determinaron que 20 gobernaciones quedaron en manos del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Las tres restantes, Lara, Miranda y Amazonas, quedaron en manos de representantes de la Mesa de la Unidad Democrática.