"Los pasos hostiles de Estados Unidos son contrarios a las declaraciones anteriores sobre el deseo de mejorar las relaciones bilaterales", dijo Antonov citado por la embajada en su cuenta de Twitter.
La Embajada rusa en EEUU expresó la protesta por este paso "extremadamente hostil" y exigió que los símbolos estatales de Rusia sean devueltos a su lugar.
Toda la responsabilidad por el deterioro de las relaciones ruso-estadounidenses recae en Washington, declaró el embajador ruso en EEUU, Anatoli Antónov.
"Toda la responsabilidad por la violación de las relaciones interestatales recae exclusivamente en Washington oficial", dijo.
Antónov reafirmó que Rusia siempre había abogado y sigue abogando por establecer "una cooperación pragmática" con EEUU.
"He manifestado en repetidas ocasiones nuestra firme convicción de que una cooperación así entre dos grandes potencias responde a los anhelos de la comunidad internacional", dijo.
El embajador mencionó en particular que Rusia y EEUU son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, por lo que llevan "una responsabilidad especial por la paz mundial".
En julio el Congreso de EEUU aprobó un nuevo paquete de sanciones contra Rusia y al día siguiente el Ministerio de Exteriores ruso propuso al Gobierno estadounidense recortar la plantilla de sus delegaciones diplomáticas y consulares en el país a 455 personas, el mismo número que Rusia tiene en territorio estadounidense.
A finales de agosto, el Departamento de Estado de EEUU pidió a Rusia desalojar su Consulado General en San Francisco y dos oficinas diplomáticas más, una en Nueva York y la otra en Washington, poniendo como fecha límite el 2 de septiembre.
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El Ministerio ruso de Exteriores cumplió la petición de Washington pero la calificó como un acto hostil y una burda violación del derecho internacional.