"Las relaciones se congelarán, veremos consolidarse el retroceso que hemos visto en los 10 meses del Gobierno de Donald Trump; la disputa que estamos viendo esta semana desgraciadamente traerá esa retracción", aseguró Bressan, especialista en relaciones entre EEUU y Latinoamérica.
"En Cuba existe ese interés en la apertura, el país viene abriéndose", recordó Bressan.
Por ello, la analista calificó de "algo extraña" la sospecha de que unos supuestos ataques sónicos a funcionarios estadounidenses en La Habana provengan del entorno de las autoridades cubanas, porque Cuba es la primera interesado en normalizar sus relaciones con EEUU.
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De cualquier forma la experta consideró que Cuba seguirá buscando afianzar relaciones con otros países y en este sentido destacó el papel de Brasil, que en los años de gobiernos del Partido de los Trabajadores (2003-2016) ejerció su rol de potencia regional.
Según Bressan, durante el mandato de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) la relación con Cuba se forjó bajo el "prisma ideológico" y se posibilitaron importantes inversiones, como la del Puerto de Mariel, construido por la brasileña Odebrecht.
La relación pasó a ser más "pragmática" con el Gobierno de su sucesora Dilma Rousseff (2011-2016), algo que acabó de consolidarse con la visión de Temer, que se fija propiamente en los beneficios que la relación con Cuba pueda aportar, acotó.