"El diálogo es fundamental para la armonía entre los poderes, voy a conversar con representantes de todos los partidos de la base (aliada), de todas las regiones de Brasil, es una rutina que siempre mantuve", escribió Temer en su cuenta de Twitter, y añadió: "Tenemos que lidiar contra denuncia inepta y sin sentido propuesta por la asociación criminal que quiso parar el país".
Pese a que Temer no dio nombres, se refería en sus declaraciones al fiscal que le denunció, el exprocurador general Rodrigo Janot, a quien el mandatario acusó en varias ocasiones de ensañarse personalmente con él.
Temer, del Movimiento Democrático de Brasil, fue acusado por la Procuraduría General de la República de liderar una trama corrupta en su partido que desvió al menos 587 millones de reales (185,2 millones de dólares) y de maniobrar para poner obstáculos a las investigaciones de la Operación Lava Jato.
Eso es lo que pasó durante la primera denuncia, cuando Temer fue denunciado por un presunto delito de corrupción pasiva.
A principios de agosto la Cámara de Diputados decidió, con 263 del total de 512 votos del plenario, enterrar la denuncia, y los principales analistas políticos del país auguran que en esta ocasión sucederá lo mismo.