"El Gobierno palestino comienza a ejercer su papel en Gaza a partir de hoy", proclamó tras entrar en esta región palestina gobernada por Hamás desde hace una década y sometida a un severo bloqueo por parte de Israel.
Hamdallah prometió poner fin a las divisiones que obstaculizan el quehacer de los dirigentes palestinos y el inicio de una nueva gestión en la franja.
"Volvemos a Gaza para poner fin a las divisiones y poner en marcha la unidad. Nuestra prioridad es aliviar el sufrimiento de los habitantes de Gaza", aseguró.
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Hace dos semanas y gracias a la mediación egipcia, Hamás manifestó su deseo de limar asperezas con la Autoridad Palestina de Abbas, único interlocutor reconocido por la comunidad internacional. La presencia de Hamdallah en Gaza es el primer paso concreto para materializar esta reconciliación. El primer ministro tiene previsto reunirse con los líderes de Hamás y comenzar poco a poco la transferencia de poderes.
Por otra parte, las divisiones palestinas han dificultado el avance de cualquier diálogo de paz con Israel y han alejado la perspectiva de la creación de un Estado palestino independiente.
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Los habitantes de Gaza viven asfixiados, sin perspectivas de futuro y separados físicamente de los palestinos de Cisjordania y Jerusalén. En los últimos meses la situación se agravó ya que para presionar a Hamás Abbas aplicó medidas punitivas contra Gaza que asfixian aún más a la población. El Gobierno palestino no transfirió, por ejemplo, todos los salarios de los funcionarios de Gaza y dejó de pagar una parte de la factura eléctrica de la franja, lo cual ha reducido el suministro a tres o cuatro horas por día. Según la ONU, si nada cambia, Gaza podría ser una zona inhabitable en 2020.