El dirigente de izquierdas tachó de "profundamente preocupante" el discurso del presidente Trump en la Asamblea General de la ONU y criticó la proximidad del Gobierno conservador británico a Washington.
"(Trump) Amenazó con la guerra y habló de rasgar acuerdos internacionales… no fue un discurso de un líder mundial", sentenció en el pabellón de convenciones de Brighton, ciudad costera del sureste inglés.
"Moderemos la retórica, respaldemos el diálogo y las negociaciones para poner fin a la profundamente peligrosa confrontación sobre la península coreana", urgió.
El líder laborista emplazó además a la primera ministra, Theresa May, a lidiar con "franqueza" con el presidente Trump en vez de acompañarlo "mansamente por este curso tan peligroso".
"Los valores que compartimos no se nutren construyendo muros, prohibiendo inmigrantes debido a su religión, contaminando el planeta o complaciendo al racismo", denunció Corbyn.
"No podemos permanecer en silencio ante la cruel guerra saudí en Yemen mientras continuamos suministrando armas a Arabia Saudí, aplastando la democracia en Egipto o Baréin o ignorando la trágica pérdida de vidas en Congo", enfatizó.
El mensaje del líder laborista se centró fundamentalmente en cuestiones domésticas, incluida la implementación de un "nuevo modelo de gestión económica que remplace el fallido dogma del neoliberalismo".
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A nivel internacional postuló por la "paz y la justicia", aunque no mencionó su respaldo a una resolución negociada en Siria ni se posicionó respecto a Venezuela, entre otros escenarios de crisis.
En cambio se dirigió directamente a Aung San Sui Kyi y instó a la líder birmana a "poner fin a la violencia" contra las comunidades rohinyás y "permitir" el acceso de agencias de la ONU y otras organizaciones humanitarias.