"Los jefes diplomáticos debatieron las perspectivas de la futura cooperación para resolver el conflicto en Siria, con hincapié en un estable funcionamiento de las zonas de distensión", informó el Ministerio de Exteriores ruso en su página de Facebook.
Rusia, Turquía e Irán —países garantes del llamado proceso de Astaná— firmaron a principios de mayo pasado un memorando para establecer en Siria zonas de distensión que buscan poner fin a las hostilidades entre las fuerzas gubernamentales y las de la oposición, afianzar el armisticio vigente desde finales de 2016 y separar a los rebeldes de los grupos terroristas.
La primera zona de distensión, fruto de un acuerdo entre EEUU, Rusia y Jordania, entró en vigor el pasado 9 de julio en Al Quneitra, Suwaida y Deraa, suroeste de Siria.
La segunda empezó a funcionar el 22 de julio en Guta Oriental, y la tercera, el 3 de agosto al norte de Homs.
Según las expectativas, la sexta ronda de consultas en Astaná que se desarrolla estos días podría derivar en un acuerdo sobre la cuarta zona de distensión, que debe establecerse en la provincia de Idlib.