"Lamentablemente por ahora no veo perspectiva alguna de solucionar el problema de la devolución de las instalaciones diplomáticas", dijo a la prensa en Helsinki.
La demanda a EEUU, señaló, sobre la devolución de las propiedades diplomáticas puede ser entregada en las próximas semanas.
Según Riabkov, Rusia buscará hacer esto mientras "las huellas estén frescas".
"Pero no hay un plan concreto de acción todavía, en un principio todavía estamos en la etapa de arranque desde el punto de vista de elección de argumentos y análisis de qué caminos mejor tomar, pero no demoraremos el proceso bajo ningún concepto", explicó.
En referencia a la crisis diplomática entre ambas naciones, el vicecanciller dijo que Rusia no tiene previsto reducir la cantidad de personal diplomático estadounidense.
"Esto no significa que vaya a tener lugar una mayor reducción de trabajadores de las instituciones diplomáticas estadounidenses en Rusia, comenzaremos por el hecho de que hasta el momento no hemos certificado, digamos, que la parte estadounidense haya finalizado las actividades relacionadas con nuestra demanda de equiparar la cantidad de personal en las instituciones rusas en EEUU, y consecuentemente, el personal norteamericano en Rusia, estableciendo la paridad", señaló.
Para Riabkov, "es un momento técnico, pero importante".
"Esperamos que esto se cumpla en los próximos días, en cualquier caso, los estadounidenses durante las consultas de ayer nos aseguraron de un modo firme y unívoco, que esta demanda fue cumplida", indicó.
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Según el viceministro, Rusia "se orienta por la conocida fórmula de Ronald Reagan, que usaba a menudo el refrán ruso que dice 'confía pero comprueba'".
Para Rusia estas medidas de igualar las condiciones de trabajo de las misiones diplomáticas de Rusia en EEUU y de EEUU en Rusia solo buscan normalizar la situación y privar a los diplomáticos norteamericanos de ciertas preferencias.
"Se trata de un proceso de corrección normal, no presupone una acción que complique más la situación", explicó.
Riabkov indicó que "esto, más bien, es la normalización de la situación desde el punto de vista que los norteamericanos dejan de tener determinados bonos adicionales o preferencias de disfrutaron durante cierto tiempo, pero tras sus pasos decididos respecto a nuestras instituciones diplomáticas en EEUU el mantenimiento de esta situación se tornó imposible", añadió.
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El viceministro señaló que durante su reunión con el subsecretario de Estado le explicó detalladamente el punto de vista de Rusia.
"No queremos convertir esto en objeto de un estallido de emociones y debates", subrayó.
"(Nosotros) señalamos la total falta de fundamento de este tipo de acusaciones", categorizó el vicecanciller ruso.
Otro punto tratado fue la detención ilegal de ciudadanos rusos por parte de las instituciones del orden estadounidenses, señalando que es preciso ya resolver estos casos a otro nivel, ya que EEUU no utiliza los mecanismos vigentes", subrayó.
"Existen mecanismos de cooperación bilateral, un discurso de apoyo legal mutuo que los estadounidenses ignoran abiertamente", dijo.
Según Riabkov, "se precisa otro nivel de cooperación".
Resumiendo, el viceministro ruso comentó que no estaba conforme con la reunión con su homólogo estadounidense.
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"Es una impresión turbia, no puedo decir que esté satisfecho", declaró.
El vicecanciller alegó que "especialmente en los temas bilaterales tenemos que constatar complicaciones que se han incrementado considerablemente durante los últimos días y semanas".
En diciembre de 2016, el Gobierno de EEUU encabezado entonces por Barack Obama expulsó a 35 diplomáticos rusos y ordenó el cierre de dos mansiones diplomáticas rusas en Centreville, Maryland y Oyster Bay, Nueva York, en respuesta a la supuesta interferencia de Moscú en las elecciones presidenciales estadounidenses, lo que Rusia ha negado reiteradamente.
El 27 de julio el Congreso de EEUU aprobó un nuevo paquete de sanciones contra Rusia y al día siguiente el Ministerio de Exteriores ruso propuso al Gobierno estadounidense recortar la plantilla de sus legaciones diplomáticas y consulares en el país a 455 personas, el mismo número que Rusia tiene en territorio estadounidense.
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A finales de agosto, el Departamento de Estado de EEUU pidió a Rusia desalojar su Consulado General en San Francisco y dos oficinas diplomáticas más, una en Nueva York y la otra en Washington, poniendo como fecha límite el 2 de septiembre.
El Ministerio ruso de Exteriores cumplió la petición de Washington pero la calificó como un acto hostil y una burda violación del derecho internacional.
