Los informes sobre "participación directa o indirecta" de Rusia son "totalmente absurdos", dijo.
Zajárova subrayó que Rusia no tomó "ninguna participación en ataques acústicos (…) o musicales contra los diplomáticos norteamericanos en Habana", y calificó de "grotesco" el tratamiento mediático del tema.
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La diplomática indicó que Moscú "todavía no ha visto comentarios oficiales y claros, ni conclusiones sobre las causas y la naturaleza del malestar de los diplomáticos estadounidenses".
"Aun teniendo en cuenta que no hay afirmaciones oficiales al respecto, queremos desear salud a nuestros colegas del Departamento de Estado", agregó.
Señaló que de acuerdo con los datos de la embajada de Rusia en Cuba "los diplomáticos y los ciudadanos rusos se encuentran bien y no hay ninguna información de que estén afectados por algún impacto".
El Departamento de Estado de EEUU fue informado a fines de 2016 de los "síntomas físicos" que presentaba su personal diplomático en Cuba y que consistían en pérdida de audición, náuseas, dolores de cabeza y mareos.
Washington expulsó el 23 de mayo a dos diplomáticos de la embajada cubana, como medida de represalia, lo que fue calificado por el Ministerio de Exteriores de Cuba de una decisión "injustificada e infundada".
La Cancillería cubana aseveró el 9 de agosto que tomó "con suma seriedad este asunto y actuó con celeridad y profesionalismo para el esclarecimiento de esta situación, iniciando una investigación exhaustiva, prioritaria y urgente", y reiteró "la disposición a cooperar para lograr el esclarecimiento" de lo ocurrido.
El 24 de agosto el Departamento de Estado confirmó que al menos 16 funcionarios norteamericanos "experimentaron algún tipo de síntomas", y agregó que EEUU investiga el caso.
