El canciller ruso visita los Emiratos Árabes Unidos en el marco de su recorrido por los países del golfo Pérsico.
Lavrov informó que debatió con Nahyan la situación en Siria, Yemen, Irak y Palestina.
Moscú y Abu Dabi, enfatizó Lavrov, coinciden en la necesidad de librar una lucha sin cuartel contra los terroristas y hacer frente a la propagación de la ideología terrorista y extremista.
Añadió que Moscú apoya la iniciativa de Arabia Saudí de unificar las tres plataformas de la oposición siria.
"Cuando Arabia Saudí presentó la iniciativa de unificar el Alto Comité de Negociaciones creado en Riad con el Grupo de El Cairo y el Grupo de Moscú, lo apoyamos del modo más activo, considero que es un paso inevitable que propiciará el inicio de unas conversaciones realmente significativas y enjundiosas sobre el futuro de Siria", afirmó.
Según el canciller ruso, "no importa que hasta el momento no se haya logrado un gran adelanto".
Para Lavrov, las conversaciones para unificar la oposición siria no han fracasado.
"No estoy de acuerdo con que los esfuerzos para unificar la oposición externa hayan fracasado, ya dije que se trató de un primer encuentro y nosotros abogamos por continuar con estos esfuerzos", señaló.
Lavrov aseguró que "hasta hace poco las divergencias eran demasiado profundas, para esperar solucionarlas, como se dice, de una sentada".
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"Así que estimularemos por todas las vías el trabajo en esa dirección", subrayó.
Asimismo, el ministro ruso sostuvo que la oposición siria debe renunciar a los ultimátums para lograr una solución de la crisis en el país.
"Es necesario que la oposición siria adopte un enfoque realista, renuncien a los ultimátums que no cumplan las normativas aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU", dijo Lavrov.
En el último año, Rusia realizó intensas gestiones diplomáticas junto con Turquía e Irán para establecer un alto el fuego en Siria, organizar en Astaná, capital de Kazajistán, varias rondas de negociaciones internacionales para consolidar el armisticio y crear las llamadas zonas de distensión en el país árabe.
Por su parte, el canciller de Emiratos Árabes Unidos, Abdulá bin Zayed Nahyan declaró que Irán y Turquía trataron de debilitar la soberanía de Siria al interferir en el conflicto.
"El problema sirio deriva de la intervención de fuerzas externas, en particular Irán y Turquía emprendieron acciones con el fin de debilitar la soberanía de Siria, deben dejar de interferir en el conflicto", dijo.
El político señaló que la oposición siria necesita más tiempo para coordinar sus actividades y formar una delegación única que participe en las negociaciones.
"El último encuentro en Riad (de las tres plataformas de la oposición siria) resultó de mucha importancia, pero los opositores necesitan más tiempo para coordinar sus posiciones", afirmó.
Según el ministro emiratí, la solución del conflicto en Siria radica en la lucha contra el terrorismo y la disminución de la violencia en el país, en la necesidad de afianzar la paz e impedir un nuevo agravamiento de la situación.
La intervención militar turca provocó el rechazo de Damasco, que acusó a Ankara de vulnerar la soberanía nacional, y de los kurdos sirios porque, a su juicio, la operación apuntaba contra ellos más que contra los grupos yihadistas.
Turquía considera a las unidades sirias kurdas como una de las ramificaciones del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) prohibido en el país.
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Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y organizaciones terroristas.
Las hostilidades causaron entre 300.000 y 400.000 muertos, según estimaciones de la ONU.