"Estamos profundamente preocupados por el anuncio del presidente de Guatemala Morales de su decisión de expulsar del país al comisionado de la Cicig, Iván Velásquez", dice un comunicado firmado por la portavoz de la diplomacia estadounidense, Heather Nauert.
"Sigue siendo crucial que se le permita a la Cicig trabajar sin interferencias por parte del Gobierno de Guatemala", agrega la nota.
El Departamento de Estado subraya la importancia de "la paz y la ausencia de la violencia a la luz de estos acontecimientos, así como la necesidad de permitir que las instituciones democráticas de Guatemala funcionen con eficacia", y promete seguir de cerca la situación.
El presidente Jimmy Morales declaró persona no grata al jefe de la Cicig, Iván Velásquez, y ordenó su inmediata expulsión de Guatemala, sin embargo, la Corte Constitucional del país decidió otorgar el amparo provisional a Velásquez, dejando en suspensión la decisión del presidente.
También aseguró que Velásquez se inmiscuyó en asuntos internos que competen al Estado y que se excedió en sus funciones al hacer acusaciones contra ciudadanos del país centroamericano.
La medida provocó la renuncia de las ministras de Salud, Lucrecia Hernández Mack, y de Trabajo, Aura Lucia Teleguario, así como manifestaciones en contra y en apoyo de la expulsión de Velásquez, quien encabezó el destape de grandes escándalos de corrupción gubernamental y delincuencia en Guatemala.