"Las relaciones entre Rusia y EEUU son importantes, y van a ser dañadas por ese problema en Ucrania", declaró el diplomático en una entrevista con The Financial Times.
"Hay un precio internacional para Rusia por estar en Donbás, tanto a través de las sanciones como en lo político. Y francamente, la situación va a empeorar con el tiempo, no a mejorar", aseguró.
Rusia, advirtió, "tendría que tomar algunas decisiones fundamentales" sobre si cumple los acuerdos de Minsk destinados a llevar la paz al este de Ucrania y retira sus fuerzas de la región.
El enviado de EEUU añadió que el Gobierno de su país "está considerando seriamente" la posibilidad de enviar armas a Ucrania, tal como le viene pidiendo Kiev desde hace tiempo.
Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia cuyo resultado la ONU estima en unos 10.100 muertos.
Moscú rechaza en términos categóricos las acusaciones de estar detrás de las hostilidades en el este de Ucrania y subraya que no es parte del conflicto ni suministra armas, municiones u otra ayuda a las milicias de Donetsk y Lugansk.
Lea también: "La actual situación de Ucrania se parece a la de América Latina en la década de los 80"
Asimismo, Rusia ha advertido en numerosas ocasiones que los envíos de armas a Ucrania causarán una escalada de tensión en Donbás.