"Pedí que Rusia utilice toda la influencia que tiene en Corea del Norte y le dé una señal", dijo la ministra surcoreana, citada por la agencia que resumir los resultados de un encuentro de los cancilleres en Moscú.
Al mismo tiempo, la diplomática se opuso a la llamada 'doble congelación', plan propuesto por Rusia y China que prevé la suspensión simultánea del programa de armas nucleares y misiles de Corea del Norte y de los ejercicios militares conjuntos de Corea del Sur y Estados Unidos.
"El cese de las provocaciones de Corea del Norte, que viola las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU, a cambio del cese de los legítimos ejercicios militares de Corea del Sur y EEUU, equivale a poner el carro delante del caballo", dijo.
La propuesta ruso-china fue formulada el 4 de julio en un comunicado conjunto firmado en Moscú.
La situación en la península de Corea se agravó a mediados de este mes de agosto con un cruce de amenazas entre Washington y Pyongyang.
El Gobierno norcoreano amenazó con atacar con misiles balísticos las bases estadounidenses emplazadas en la isla de Guam.
El presidente Donald Trump advirtió que EEUU respondería con contundencia y más tarde los líderes de los dos países rebajaron el tono de sus declaraciones.
En lo que va de año, Corea del Norte efectuó 11 pruebas de proyectiles balísticos, incluyendo el lanzamiento de dos supuestos misiles intercontinentales capaces de alcanzar el territorio de EEUU.
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En 2016, Pyongyang llevó a cabo más de 20 ensayos de misiles balísticos, además de la cuarta y la quinta pruebas nucleares, pese a las prohibiciones del Consejo de Seguridad de la ONU.