"Es una tontería, le debería dar vergüenza ya que la CNN es una cadena que continúa citando esas acusaciones", contestó Kisliak cuando un periodista de CNN le preguntó sobre las alegaciones de espionaje.
El diario The Washington Post publicó el 15 de mayo, citando fuentes anónimas, que Trump compartió con los funcionarios rusos información clasificada sobre amenazas terroristas vinculadas al uso de portátiles en los aviones.
"Ha sido una reunión buena, abordamos cuestiones importantes para su país y para el nuestro", declaró Kisliak a CNN.
A la vez, el ex embajador se negó a revelar el contenido de sus negociaciones con el consejero y yerno de Trump, Jared Kushner, celebradas a principios de diciembre pasado sobre las que The Washington Post a finales de mayo escribió que Kushner planteó a Kisliak la creación de un canal secreto y protegido para las comunicaciones entre Moscú y Washington.
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En la opinión de Kisliak, las relaciones ruso-estadounidenses en el futuro serán "complicadas".
Subrayó que las sanciones representan "una herramienta que refleja los ánimos antirrusos".
Durante un largo periodo los medios estadounidenses siguieron llamando a Kisliak un "funcionario de inteligencia" y "reclutador", lo que provocó críticas fuertes de la Cancillería rusa y de algunos diplomáticos estadounidenses.
El Ministerio de Exteriores ruso instó a detener el "torrente de mentiras infundadas" contra el embajador de Rusia en EEUU.
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El 13 de febrero, el asesor de seguridad nacional de Trump, Michael Flynn, presentó su renuncia al reconocer que no había proporcionado a la Casa Blanca información exhaustiva sobre el contenido de varias conversaciones telefónicas que mantuvo a finales de 2016 con el embajador de Rusia en EEUU, Serguéi Kisliak.
Por su parte, el Kremlin reconoció que la conversación entre ambos funcionarios tuvo lugar pero afirmó que su contenido fue tergiversado por los medios.
La existencia de los presuntos lazos Trump-Rusia, de los que no se han presentado prueba alguna, fue desmentida en repetidas ocasiones tanto por el Kremlin como por la Casa Blanca.
Serguéi Kisliak quien ocupó el cargo de embajador ruso en Washington desde 2008 concluyó su misión diplomática el 22 de julio pasado.