Entre los visitantes figuraron varios viceministros.
El 15 de agosto de 1945, el padre del actual emperador japonés dirigió por radio un mensaje al pueblo en que anunció la salida de Japón de la Segunda Guerra Mundial, lo cual significó el inicio de un brusco cambio de valores y prioridades para el pueblo al que durante años se había inculcado la idea de la victoria del Ejército "que libra una justa guerra en nombre del emperador y del Gran Japón".
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Entre los que escucharon este mensaje muchos no podían dar crédito a la noticia comprendiendo que significaba la derrota de Japón, mientras otros no ocultaban su alegría a la espera de ver regresar pronto de la guerra a sus maridos, padres e hijos.
También hoy día esta fecha provoca opiniones y sentimientos encontrados en Japón.
Abe, después de elegido primer ministro en diciembre de 2012, visitó en persona este santuario solo en una ocasión, en diciembre de 2013, lo cual provocó la tradicional reacción negativa en China y Corea del Sur, que lo interpretan como renacimiento del espíritu militarista y las ambiciones imperiales de Japón, y también un enfriamiento de relaciones con EEUU, el principal aliado de Japón.
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El templo de Yasukuni alberga las placas con los nombres de 2,5 millones de soldados que murieron por Japón en varias guerras, incluidos los nombres de 14 militares que cometieron crímenes de guerra durante el conflicto.