Según comunicó el medio, "los líderes de ambos países intercambiaron sus opiniones sobre la situación actual en la península de Corea".
Xi apuntó que "China y EEUU tienen los intereses comunes en lo que se refiere a la desnuclearización de la península y al mantenimiento de paz y estabilidad".
Previamente, el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, afirmó que China, el principal socio comercial de Corea del Norte, está dispuesta a asumir las posibles pérdidas económicas por las nuevas sanciones internacionales contra Pyongyang, en aras de la desnuclearización y la estabilidad en la península coreana.
Además, el líder chino llamó a todas las partes a abstenerse de las declaraciones y acciones que podrían provocar la escalada de tensiones en esta región.
El pasado sábado el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad una resolución que endurece las sanciones a Corea del Norte.
EEUU, que presentó la resolución, estima que la medida reducirá en un tercio los ingresos anuales de Corea del Norte que actualmente rondan los 3.000 millones de dólares.
Pyongyang declaró haber ensayado el 28 de julio un misil balístico intercontinental, el segundo en un mes.
Según el anuncio oficial, el misil voló unos 998 kilómetros, alcanzando una altitud de casi 3.725 kilómetros y cayó en el mar del Este (mar del Japón) unos 47 minutos después del lanzamiento.
El Ministerio de Defensa ruso sostiene entretanto que fue un misil de alcance medio, lo mismo que en el lanzamiento anterior, el del 4 de julio.
Con el último ensayo, se eleva a 11 el número total de pruebas de misiles balísticos que Corea del Norte realizó en lo que va de año, incluyendo dos lanzamientos fallidos en abril.
En 2016, Pyongyang llevó a cabo más de 20 ensayos similares, además de la cuarta y la quinta pruebas nucleares, pese a las prohibiciones del Consejo de Seguridad de la ONU.