"La posición del Gobierno respecto a Venezuela es la siguiente: en primer lugar, condena de toda violencia; en segundo lugar, exigencia de elecciones libres y democráticas; en tercer lugar, liberación de todos los presos políticos", dijo Rajoy en una conferencia de prensa tras reunirse con el Rey Felipe VI.
Además, Rajoy volvió a explicar que Madrid no reconocerá a la Asamblea Constituyente elegida en los comicios del pasado 31 de julio, en los que según el Consejo Nacional Electoral de Venezuela participaron 8,8 millones de personas, el 41% de los inscritos en el censo.
"El Gobierno no reconoce la Asamblea Constituyente que ha montado el Gobierno de Venezuela", insistió el líder conservador, que calificó como "ilegales, antidemocráticas y contrarias a la voluntad de los venezolanos" las decisiones que emanen de esa Asamblea.
Finalmente, Rajoy afirmó que quiere para Venezuela "libertad, democracia y respeto a los derechos de la personas", que a su modo de ver es lo mismo que defiende para España.