Este 2 de agosto Pence intervino en una reunión de la Carta del Adriático, en Podgorica, capital de Montenegro, y acusó a Rusia de intentar desestabilizar la situación en los Balcanes y organizar un fallido golpe de Estado en Montenegro en 2016.
"Lamentablemente, hemos de constatar que Washington se está deslizando cada vez más hacia los clichés primitivos e ideologizados de los tiempos de la guerra fría que nada tienen que ver con la realidad", señaló la Cancillería rusa en su comunicado.
"Además, se propaga activamente la tesis de que el ingreso de los países del sudeste de Europa en la OTAN no tiene alternativa y se promueven proyectos basados en la competencia desleal", indica Moscú.
Los políticos y servicios secretos occidentales habían acusado a Rusia de intentar un golpe de Estado en Montenegro, una república de la extinta Yugoslavia.
No fue presentada sin embargo ninguna prueba en defensa de éstas y muchas otras acusaciones, calificadas de gratuitas por las autoridades rusas.
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A su vez, el Ministerio de Exteriores de Rusia calificó de "indecorosas" las declaraciones de Montenegro sobre la supuesta injerencia rusa en los asuntos de este país.