"(El presidente de EEUU), Donald Trump, después de pasar medio año en la Casa Blanca, ya debería saber que la política exterior de Rusia en general y respecto a Ucrania en particular no está sujeta a ninguna influencia, (…) y toda presión es contraproducente aquí", dijo Klintsévich, citado por su servicio de prensa.
El 25 de julio, el Congreso de EEUU aprobó un proyecto de ley que incluye nuevas sanciones contra altos funcionarios rusos por la supuesta interferencia de Rusia en las elecciones estadounidenses de 2016, acusación que Moscú desmintió en reiteradas ocasiones.
La normativa endurece también las condiciones de financiación en EEUU para las entidades rusas sujetas a las restricciones y deja la puerta abierta a las sanciones contra las compañías europeas por colaborar con Moscú en importantes proyectos relacionados con la exportación de hidrocarburos rusos.
Ese mismo año, EEUU, la Unión Europea y otros países aprobaron varios paquetes de sanciones contra Rusia, mientras Moscú, que respondió con un embargo alimentario a EEUU y a la UE y sus socios, ha subrayado en repetidas ocasiones que no es parte del conflicto en Ucrania.