El equipo, integrado por diplomáticos y expertos en derechos humanos y leyes internacionales, hará pública su evaluación a finales de este año, según una nota de prensa publicada en el sitio web del ministerio. En función de ese resultado, el gobierno surcoreano decidirá si mantiene o no el acuerdo.
Hoy en día, quedan unas cuantas decenas de supervivientes confirmadas de aquella tragedia.
A finales de 2015, Japón se comprometió a asignar un billón de yenes, o unos nueve millones de dólares, para "curar las heridas y restaurar la dignidad" de estas víctimas, pero congeló la transferencia después de que una ONG erigiera frente a la embajada nipona en Seúl un monumento a las llamadas "mujeres de compañía".
En enero pasado, Japón retiró por un tiempo a su embajador en Corea del Sur después que una estatua similar se instalara delante del consulado japonés en Busan.