Durante el encuentro "se intercambió opiniones sobre el trabajo en curso para crear las zonas de distensión en Siria, se trataron algunos aspectos de las relaciones bilaterales entre Rusia y EEUU", dijo.
En la reunión participaron el primer ministro, Dmitri Medvédev; la jefa del senado, Valentina Matvienko; jefe de la Administración del presidente, Antón Vaino; el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú; el director del Servicio Federal de Seguridad (FSB), Alexandr Bórtnikov, el director de Inteligencia Exterior (SVR), Serguéi Narishkin; el titular del Interior, Vladímir Kolokóltsev; y el representante especial del presidente para asuntos medioambientales Serguéi Ivanov.
El acuerdo, sellado por Turquía, Irán y Rusia, busca afianzar la tregua vigente en Siria a partir del 30 de diciembre y separar a la oposición "moderada" de los terroristas de Daesh (autodenominado Estado Islámico) y Frente al Nusra, ambos proscritos en Rusia.
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La zona de distensión en Guta Oriental entró en vigor el pasado 22 de julio: dentro de esta área rige un armisticio logrado tras negociaciones en El Cairo entre representantes del Ministerio ruso de Defensa y la oposición moderada siria.
Aunque la tregua en esta zona es fruto de los esfuerzos de Moscú y Washington, las relaciones ruso-estadounidenses pasan por su peor momento, según indicó este 28 de julio el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia.
La nueva normativa deja la puerta abierta a sanciones contra compañías europeas por colaborar con Moscú en el sector energético, lo que fue calificado por la Unión Europea de una iniciativa unilateral de Washington que amenaza los intereses comerciales de Europa.
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En respuesta "a una serie de pasos hostiles de Washington" la Cancillería rusa pidió este 28 de julio a EEUU limitar a 455 personas la plantilla de sus legaciones diplomáticas y consulares en Rusia para el próximo 1 de septiembre y anunció la suspensión a partir del 1 de agosto del uso por parte de la embajada de EEUU de varios inmuebles en Moscú.