Roma acoge desde el 24 de julio una conferencia de tres días de embajadores italianos del mundo entero, acuden también a la cita los titulares de Exteriores de España y Francia.
"Es necesario unificar los esfuerzos y concentrarlos en (el nuevo enviado de la ONU Ghassan) Salamé", dijo Alfano en una entrevista concedida al periódico La Stampa.
"Si cada uno va a lo suyo, terminaremos por deslegitimar a Salamé", advirtió Alfano en clara alusión a la reunión que mantendrá el presidente francés, Emmanuel Macron, con los dos hombres fuertes de Libia.
Macron prevé reunirse en París con Fayez al Sarraj, el primer ministro del Gobierno de Unidad Nacional con sede en Trípoli y apoyado por la ONU, y Jalifa Haftar, el comandante del Ejército Nacional libio que controla el este del país norteafricano.
Alfano expresó también su inquietud por el problema de los inmigrantes procedentes del norte de África, y es que el 85% de ellos llega a Italia a través del mar Mediterráneo.
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"Sabemos que no hay una respuesta nacional a la crisis migratoria y debemos trabajar para reforzar la frontera libia, para ayudar a este país a detener el éxodo que proviene del sur", puntualizó.
Desde el 31 de marzo de 2016, funciona en Trípoli el Gobierno de Unidad Nacional, reconocido como legítimo por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Sin embargo, ese Gobierno no cuenta con el reconocimiento de la Cámara de Representantes (Parlamento) en Tobruk, apoyado por el Ejército Nacional.